“Los ruidos no son sólo una cuestión de molestia o incomodidad. Su presencia implica graves daños en la salud de los seres humanos. Una de las consecuencias más inmediatas es la muerte de las delicadas células que dan origen al oído interno y que convierten las ondas sonoras en impulsos nerviosos. Resultado: sordera permanente. Normalmente escuchamos música o conver-saciones sin pensar en los complicados mecanismos involucrados en este proceso. Sólo comenzamos a preocuparnos e interesarnos por su funcionamiento cuando somos víctimas de un posible problema auditivo: no oímos el timbre de la puerta o del teléfono; frente al televisor comprendemos perfectamente las noticias del noticiero, pero no el doblaje de actores en las películas; no captamos con toda claridad las palabras pronunciadas por un niño o una voz femenina, y nuestros parientes y amigos se quejan porque hablamos alto. Todas estas situaciones tienen un denominador común: se oye, pero no se entiende bien. Es el comienzo de la sordera.” (Cristian Frers)
- Coreografía e interpretación: Guillermo Weickert, María M. Cabeza de Vaca.
- Fotografía: Luis Castilla.
Guillermo Weickert y María M. Cabeza de Vaca. A lo largo de su trayectoria profesional han frecuentado con asiduidad la danza en espacios urbanos y no convencionales en festivales como Universidad y Danza, Huellas, Mapa Festival, Festival de Valladolid, En Pé de Pedra, Díes de Dansa… En estos años, la motivación principal de estas iniciativas (acercar la danza contemporánea a un público mayoritario y no especializado) ha ido dejando de ser prioritaria para afrontar objetivos más específicos y ambiciosos (sociales, artísticos, humanitarios). A la hora de abordar esta nueva creación que supone su regreso a la calle como escenario los creadores se proponen el diálogo continuo entre el espacio exterior y el hecho coreográfico, potenciando la localización de la pieza como algo más que el “decorado” o el elemento escenográfico. ¿Es posible modificar el entorno a través de la danza? ¿o es la danza la que es modificada por el entorno?, ¿cuáles son los límites entre lo público y lo privado?, ¿convertimos nuestros espacios urbanos en habitables o lo hacemos cada vez más hostiles?, estas serían algunas de las cuestiones iniciales de este proceso que trata de confrontar arquitectura y movimiento, edificaciones a coreografía, asfalto a cuerpo humano, ruido a silencio.