En esta pieza no nos preguntamos el porqué, sino el cómo. La pieza habla del proceso de creación en sí y de los componentes en un acto escénico. Analizamos los recursos formales de la composición coreográfica y jugamos con ellos a través de la improvisación. Desglosando estos elementos, hablamos de la necesidad personal de crear y de la vida como creación constante.

Para nosotros crear una pieza es hilar fino nuestras imágenes personales y descubrir el porqué de éstas fascinaciones, para que, en última instancia, nos conozcamos mejor y el espectador se reconozca en ellas. Llegar “al otro” para mover emociones o hacer pensar o, mejor aún, ambas cosas, pues es imposible separarlas. Es un trabajo de ensayo y error, de error y acierto, de ensayo y acierto, sacando lo mejor de todos los participantes. Puede ser una aventura, un viaje sin destino final, un acto poético de psicoanálisis, un acto de amor onanista, una reconstrucción del yo, una tomadura de pelo, una protesta social reivindicativa… y la pieza puede funcionar o no.

Sería bueno poseer la VERDAD, la formula del acierto y no fallar nunca, no vivir desenfocados nunca más. Pero también, qué aburrido…