El arte, en todas sus expresiones, está vinculado a la historia de la humanidad. 

En DULCE Y FLAMENCO se trata de expresar desde diferentes enfoques personales, el idealismo que cada artista puede aportar a la magia del mundo flamenco y partiendo desde una sinceridad nueva y a la vez  perenne en el proceder del  autor individual.

DULCE Y FLAMENCO es una invitación a la intuición. Una intuición desplegada en el escenario por artistas con una línea definida y experimentada en la particular concepción del arte flamenco. Una intuición que interpela e inmiscuye al espectador para sonsacar cuestiones y mover sentimientos.

TITI FLORES ha dejado su huella por las diferentes compañías de baile en las que ha participado, las cuales le han aportado el conocimiento de la coreografía y la dirección en el terreno del gran escenario teatral. Compañías como las de Rafael Amargo, Juan Andrés Maya, La Tati, Manolete, Flamenco Express de Londres y el Ballet Flamenco de Madrid, atestiguan su dilatada experiencia.

En esta forma de interpretar el momento y la inspiración, la observación del artista juega un papel fundamental para no alejarse del concepto y su expresión, y a su vez, quedar atrapado por la naturalidad y la espontaneidad del ser flamenco.

Este transcurrir en el escenario es un repaso por los palos flamencos emblemáticos, sin dejar de arriesgar en favor de lo que el devenir trae: frescura, novedad y creatividad en las insondables posibilidades que ofrece esta cultura flamenca.