La obra aun no esta estrenada, solo se ha presentado en proceso.
Una reflexión sobre el pensamiento y los órganos y las diferentes maneras de percibir el tiempo. El guión se inspira a su vez de otras obras, textos y filmes como es el Canto I del Paraíso de Dante. La bailarina es Eva quien se carga la responsabilidad del pecado original, es también la Eva Futura y otras Evas y musas sicalípticas como la protagonista de la danza de Metrópolis o la cantante de Je te Veux de Satie.
Partiendo de la idea de que las palabras son insuficientes para definir lo que somos y dirigir nuestro futuro, una revolución que será la integración de lo que no es consciente; destronar este sistema alienado y anquilosado que niega la existencia del otro, de lo que no es objeto de intuición, de lo que nos es desconocido y de lo que aún no se ha hecho en el tiempo presente. Y no para lograr una unificación inmovilista, sino para aceptar la fragmentación y la paradoja como nuestro propio devenir, una experiencia en el tiempo y en el espacio. Un nuevo paso evolutivo.