Nudos blanditos, duros, enormes, pequeños, de tela o de miedo, fríos o que queman. Nudos que nos envuelven y nos hacen rodar en ellos.
Con cada vivencia se van creando nuevos nudos que nos rodean, nos oprimen, nos condicionan y finalmente, nos liberan al deshacerse. Los hay de mil tipos y formas: pequeños, grandes, ligeros, duros… a veces se anudan en la garganta y nos impiden respirar; otras veces se agarran a la barriga y nos paralizan y otros nos atan a experiencias y personas.
Nudos blanditos, duros, enormes, pequeños, de tela o de miedo; fríos o que queman. Nudos que nos envuelven y nos hacen rodar en ellos.
¿Cómo se siente un nudo con cuatro años? ¿Cómo se distingue de un dolor de tripa o de garganta? ¿Cómo se ve cuando cumplimos 8 años? ¿Qué cicatriz deja el paso de un nudo cuando somos adultos? ¿Cuál es la dosis de alegría y risas que hay que ponerle al nudo para deshacerlo?
En este nuevo espectáculo DA.TE Danza indaga en el desarrollo personal del niño a medida que va creciendo. Como vamos aprendiendo a desenvolvernos, a crear y deshacer vínculos con nuestro entorno y las personas que nos rodean.