Una propuesta artística que se centra en exploración física de identidades que podríamos llamar fronterizas, a aquellas que no cumplen a rajatabla las normas categóricas.
Se trata de una pieza breve que se instala en espacios más expositivos, no convencionales que escénicos para buscar en los alrededores del cuerpo como expresión de un territorio propio, remezclado e imprevisible. En este trabajo se propone una síntesis y traslación muy particular del cuerpo folclórico, Práctica en la frontera provoca la colisión de dos identidades territoriales diferenciadas: la andaluza y la catalana. Al experimentar los límites de esta colisión, surge una danza por un lado abrupta y por otro generosa en su voluntad comunicativa.
Natalia Jiménez y Jorge Gallardo creadores de esta pieza breve, apuestan por una escena
rústica y sin artificios donde toda arquitectura escénica se construya desde el trabajo de la
intérprete y la relación que establezca con el público.